lunes, 19 de julio de 2010

La soledad de las mascaras.

El hombre que es héroe.
Enciende las luces.
Cierra la puerta.


Y va desnudando su leyenda.


En el suelo el antifaz.
En el aire las últimas palabras:
"No tengas miedo"


Después de la capa.
Queda la carne y el alma.
¿ Y a mi quién me salva?

Se le marcan las costillas.
De la desidia.
La sangre coagulada.
De los amores que no llaman.


¿Por que no elegí ser yo?



¿Por que no me miras?
Si no es con el escudo de cuero.
¿No te vale sólo mi cuerpo?
También tengo alma.


Y después del día.
Llegará la noche y sus monstruos.
Y su carne de hombre será un estorbo.



Solo quieren al héroe.








No hay comentarios:

Publicar un comentario