sábado, 26 de febrero de 2011

Can i play with (my) madness?

Amanecía entre gárgolas.
Cuando el sol mas que sol, era una esponja.
Que absorbía las espaldas.
De todas y cada una de las encrucijadas.

Y entre almohadas andaba yo.
Pateando polvo acumulado.
De sueños en reflejo.
Cuando el alma me pidió un receso.

Me dio por entornar los párpados.
Y como el que no quiere la cosa.
Me abrí los talones.


( En previsión de que ningún Paris-recuerdo,
tiñera de negro mis secretos planes)

De tirar por la borda.
Todo lo que no sirviera a esta suma de sangre y piel.

Así que me dispuse a deshacerme.
De todas mis dudas.
Y como rápido se corre la voz.
Se sumaron a este éxodo.
Todos mis años.

"Ahí tenemos un problema."
Dijo mi Pepito grillo particular.
(Que para el que no lo sepa,
no es un grillo, mas bien tiene cuerpo de mujer.)

¿Y qué quieres que haga?
la dije yo.
Que pasen uno a uno mis recuerdos.

Y llegaron entre fotos de cámaras vencidas.

Y de lo que después sigue.
No puedo aportar mas detalle.
Que todos y cada uno de los tatuajes.
Que de mí, pululan por mis pieles.


Por mas que quisiese en esa mañana.
Deshacerme.
De todas mis horas salvajes.

Esas que se quedaron entre labios.
O en los codos de mis cuentos.
Mientras enfoco mis pupilas.

Hacia nuevas quimeras.

( Que soy un loco suelto de colores,
entre tierras, ya baldías.)


Este mundo me aburre, todo hay que decirlo.

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