viernes, 25 de febrero de 2011

I beg you.


Quema la tierra.
Que está por encima.
De las entrañas.

Cuando el miedo ya no es exclusiva.
De los cargos del regente bastardo,
del ángel caído.

Y las orgías de sangre.
Ya no abominan.
A una plaga de pupilas resignadas.

A su suerte.

Mientras llueve la muerte.
Sus ojos.
Aumentando así,
sus cosechas de carne vencida.

(Sois eso, carne vencida)

Por eso la madre,
de ramas siempre fértiles,
quiere abortar,
de nosotros.

Ni una vida mas,
que mutile.
Que de asesinos en potencia,
están las suelas llenas.

 De mi carne pisoteada.
(Por vosotros)

Y a ramas abiertas advierto.
Que de seguir sumando derrotas.
Yo misma me clavo la daga.
De mi espina dorsal adulterada.

Y a ver si así.
Dejáis de mataros.
Que me duele ver a mis hijos rotos.
De mi carne.
Huérfanos sin serlo.
De mi savia.

Tan solo una estirpe canalla.
De bocas caníbales.

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