sábado, 5 de febrero de 2011

IV

Aquí estoy,
vuelvo entre música  hasta tu boca,
porque no pudo hacer nada el tiempo
de espera,
ni las huestes de arena,
creando fronteras vespertinas.


Tampoco los supuestos océanos,
que no hundieron mis suelas de aire,
mis alas de sueños.


Aquí estoy por encima de las cenizas
que nunca quedaron,
porque vuelo a fuego sin llanto.


Intacto,
hasta aquí,
que es el mundo donde mis venas se afianzan,
entre cúspides de leyenda.



Subiendo al cielo desde tus piernas,
escojo,
mi forma de latir, de soñar, de vivir,
junto a ti.

2 comentarios:

  1. ¡¡bellisimo poema con el cual nos deleitas¡¡¡ esta asturiana te da las gracias por el y te manda un besin .

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  2. Es precioso Eusebio, dura la espera pero siempre te quedan las alas y los sueños que hacen mas corta esa espera.

    Siempre son maravillosos los reencuentros, un beso muy grande

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