domingo, 27 de febrero de 2011

Dark.

Se me escapa la vida,
por este camino invertido,
que me revienta las venas.

Afilan  garras los monstruos,
del  techo.

Y sólo siento,
el hastío.
De vivir de prestado.

Porque el infierno que me arde,
no se apaga,
ni se combate con alas.

Si acaso se aplaca,
con música,
de horas fugaces.

Pero,
vuelve.

Castigando los bordes de mi consciencia.

Es entonces cuando,
grito,
las almas,
de todas mis imágenes.
Y mueren mis ojos.

No sé si estoy loco.

Pero no encuentro respuestas,
mientras camino por el mundo,
pisando lo mejor de mí.

Aprendiz.
Seré sólo eso.

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