jueves, 3 de marzo de 2011
Puppets
Eran sumas.
De muertos o antojos.
De cientos de pares de emblemas.
Aplastados.
Eran humo de palabras.
Almas rotas, sin crepúsculo que objetar.
Sin campanas.
Eran silencio, después del silencio.
Bolsillos de agujeros.
Sienes en cuellos inútiles.
Eran otra cosa.
Después de la última explosión.
Cuando ya no hay pies por delante.
Ni estrellas que sacudirse del pecho.
Eran nada y todo.
Parias de las aldeas del cielo.
La resulta del ocaso masivo.
Del sistema quebrado por dentro.
Mientras el dinero,
sigue volando,
entre manos,
(las mismas de siempre).
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Bonita manera de decirlo... a pesar de su cruda realidad...
ResponderEliminarUn placer pasarme a leerte
Saludos
Me alegra que te guste, David.
ResponderEliminarEs un placer recibir tu visita.
Abrazo.
Números nada más, sin alma, ni emociones, eso son para las mismas manos de siempre.
ResponderEliminarEs la 1ª vez que te visito. Me quedo un rato más leyendo.
Hasta otra.