martes, 15 de febrero de 2011

33

Montado en el  triciclo.
Mis calles saludan desde los lados.
Todas esas hipérboles masificadas.
De momentos que guardar(me).

En cada latido de los míos.
Mientras la vida me devuelve a mis ojos.


A mi madre que le debo una vida.
Esta, que me arroja a todas las postales.
Donde siempre habrá un rincón de su sonrisa.
Que es mi "poesía", mas inmediata.
Desde la que me baño, en todas mis mañanas.

A mi hermano, que me sangra.
Abrazo, sin mas manos, que todas.
Las que abarcan memorias.
De camas contiguas.
De vidas vividas.
Sin paredes por medio.
Sin grandes misterios.
Tan sólo la música, fluyendo.

A mi padre, que agranda.
Su figura en cada pisada.
Que me mostró.
Sin necesidad de mas instrucciones,
que las que ya existían.
De sus manos  a las mías.

A mi amor gigante.
Constante en todas las líneas.
De mis pieles.
Esas que mudé cada  noche.
En todos mis sueños.
Que siempre latieron.
En ese afán indescriptible.
Por agudizar las coordenadas.
De nosotros.

A todos.
Los que caben en mis años.
Y que en mi entraron.
Aunque sólo fuera para mudarse.
Al vasto territorio de mis recuerdos.

Os quiero.

3 comentarios:

  1. Hola!!! amigo me gusto mucho tu blog. El poema es muy nostalgico y bello. Salusosss!!

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  2. Precioso Eusebio este recorrido por tus años y quien ha ocupado tus espacios y tus recuerdos.

    Felicidades y un beso

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  3. Que bello recuento de amores, de años, de plenitud. Desde la mirada de un hombre feliz :)

    abrazo grande, Sandy.

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