martes, 24 de noviembre de 2009

Afternoon snack

Dos terrones de azúcar, dos cubos perfectos que caen al vacío, endulzando el aire, en un último suspiro, antes de hundirse en este mar café con leche y convertirse en vestigios de un naufragio dulce.
Una cuchara de plata, desata un remolino, en un movimiento circular, el aroma a café asciende sin limites, inundando la estancia, provocando el incendio de los sentidos.
En el centro de la mesa un plato con dos medias noches, y enfrente tú.
Yo me detengo en cada movimiento, posando la mirada en los cuadros del mantel, dejando que vuele libre, saltando de un color a otro, mientras planea, hasta estrellarse contra tu piel.
Y recorreré tu cuerpo de lado a lado, mientras almaceno en la memoria cada gesto, fotografiando el movimiento de tu mano al acercar la taza a tus labios.
Y tus palabras se derramarán provocando el ocaso de la tarde, tiñendo de sangre el firmamento, escribiendo los primeros apuntes del anochecer.
Y cuando sólo queden las migas en el plato, y el aroma del café se haya evaporado, te susurraré al oído, el mapa de ruta de la noche....primera parada: tu cuerpo...dejate llevar...

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