lunes, 2 de noviembre de 2009

Bullying

El sol asoma tímido por el horizonte, sus rayos se filtran por la persiana, y nuestro protagonista suspira tres veces antes de levantarse de la cama.

Un nuevo día, la vida transcurre lenta a sus trece años, todas las noches cierra los puños hasta lastimarse, mientras grita al cielo que quiere hacerse mayor, que quiere pasar saltando por los años que le quedan, hasta convertirse en un adulto, porque el presente es el infierno.

Mientras se viste, contempla el cardenal que se dibuja en sus costillas, pasando sus dedos por la marca. Duelen los golpes , pero mas duele el miedo, el alma atenazada, la tortura de no ser capaz de devolver el golpe multiplicado...

¿Por qué soy así? ¿por qué permito que me pisen?, ¿por qué me bloqueo?, ¿por qué me doblego? ¿ Por qué mi mente es tan débil? La triste realidad empaña el horizonte, y un chico igual que yo, me subyuga, me atormenta, me somete, me ridiculiza en público, me despoja de mi seguridad y me arroja desnudo al centro de este mundo inmenso y cruel y no sé protegerme, sólo quiero que el tiempo pase rápido, quiero volar lejos de aquí, lejos de mi.

Demasiadas heridas abiertas, porque en el imperio del miedo, los peones nunca se sublevan contra el rey, sólo existe el silencio complice, ningún amigo acude al rescate, porque se esta mas seguro en las trincheras de la indiferencia, de la falsa seguridad. Porque la niña que me gusta no me mira y gira la cabeza cuando me están intimidando, cuando pisotean mi autoestima y escupen sobre mi identidad.

¿Cuánto dolor estoy dispuesto a soportar?. Por las tardes me encierro en mi cuarto y me acurruco en la cama en posición fetal, y deseo por encima de todas las cosas encontrarme de nuevo en el vientre de mi madre ,seguro, a salvo del mundo, porque la vida es demasiado dura fuera. Quiero dormirme, quiero soñar para atrás, retroceder en el tiempo y resurgir de otra pasta, para poder hacer frente a mis miedos , quiero nacer de nuevo y ser fuerte, mas fuerte, porque ahora sólo soy un muñeco roto, un titere en manos del demonio, con la boca tapada, las manos atadas, sin voluntad...

Beso a mi madre, veo en sus ojos una mancha de dolor infinito, cargo la mochila al hombro y me arrojo a los brazos de un nuevo día, quizás hoy me sonría el destino, quizás hoy despierte, quizas hoy el mundo sea un lugar mas justo, quizás hoy no tenga miedo, quizás hoy me pueda permitir ser yo, quizás hoy sea el día en el que conquiste la libertad..

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