miércoles, 25 de noviembre de 2009

Magic Shower

Salgo de la ducha, con las gotas echando carreras por mi piel, el vapor hizo del espejo una nube, y no me reflejo en el cristal.
Descarto de antemano la posibilidad de haberme convertido en un vampiro, porque aunque tengo una obstinada debilidad por morderte cada lunar del cuello, la sangre me sigue dando repelús.
Desintegro la nube con la palma de la mano, y me reencuentro conmigo mismo al otro lado del cristal.
Agarro el cepillo de dientes, y comienzo a cepillarme de manera mecánica, mientras simultaneamente, mis ojos deambulan por los recovecos de cada esquina de la encimera.
Alineados como un ejercito, están los frascos de colonia,desodorante y aftershave, cuerpo de élite indispensables, cuando la guerra del afeitado ha dejado daños colaterales en mi piel.
Mi mirada se desvía un segundo a la mampara, y allí tirado, en el centro de la bañera esta el bote de gel, con la mirada de un bebe sonriendo, aquella imagen provoca una sacudida en una zona específica de mi cerebro, y una serie de recuerdos de mi infancia, se amontonan, luchando por salir.
Cierro los ojos y los libero, mientras siento como corretean libres por cada rincón de mi memoria.
Durante cinco minutos me reconcilio con el niño que un día fui, y me dejo llevar de la mano a un mundo mágico, un mundo acotado por el juego y exento de preocupaciones mundanas, donde mi cuarto era un portal abierto a la imaginación, donde la calle era un territorio plagado de posibilidades, y la felicidad tenía forma de balón.
Tu boca me saca de la ensoñación, desplazándose por el cuello hacia arriba, mordiéndome el lóbulo de la oreja, mientras arrojas la ropa que te queda al suelo y entras en la bañera.
Entonces es cuando yo opto por regresar al mundo adulto, y dejarme guiar por el ritmo de tus caderas hacia la locura.....

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