Te regalo la estrella temprana de la noche,
Mi último pensamiento antes de dormir,
Mi primer suspiro matutino,
Que el rocío bese tus labios.
Que los primeros rayos del sol acaricien tu alma,
Que tu mundo sea impermeable a la tristeza,
Que la primavera inunde los poros de tu piel,
Que tu corazón encuentre estimulo.
Que tu mirada halle lo que busca,
Que tus sueños se hagan realidad,
Que no existan horizontes lejanos,
Ni limites, ni fronteras que lastren tu felicidad.
Que tu belleza reviente el crepúsculo en mil poemas,
Que el mar pronuncie tu nombre,
Que tu savia alimente las entrañas del mundo,
De mi mundo, de mi sangre, de mi vida, de mi alma.
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