Sentado en el vagón de metro, mirando el reloj cada cinco segundos, comprobando que una vez mas llegaba tarde a mi cita con un grupo de amigos....intento evadirme escuchando música, enciendo mi mp3 y cuando los primeros acordes de guitarra resuenan en mis oídos, la veo.
Era una chica alta, llevaba un vestido rojo, que resaltaba con su color negro de piel, era muy guapa.
Se sienta a mi lado y saca una agenda, y comienza a escribir, un torrente de símbolos que se asemejaban a la forma de escritura del antiguo Egipto, para aquel entonces yo ya había apagado mi mp3, mis ojos sólo se centraban en aquella amalgama de símbolos tan dispares.
Quiero preguntarle, en que idioma escribe, pero me invade la vergüenza y no soy capaz...así que me reto a mi mismo a que si se baja en mi misma parada que yo, la pregunto, sino, no hago nada.
Y me pongo de pie, y ella también....joder que coincidencia, nos bajamos juntos, ahora si que no hay marcha atrás, la tengo que preguntar..
Y la abordo, ella me mira extrañada, me cuesta liberar las palabras de mi boca, pero al final lo consigo y la pregunto que en que idioma escribía, y ella me regala una sonrisa enorme, una sonrisa que me desarma, que por imprevista, llega y se impone y ocupa toda mi atención, balbuceando la bromeo diciendo: perdona ¿ que estábamos hablando? y me regala una segunda sonrisa, y de extra una palabra: Etiopía.
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