viernes, 22 de enero de 2010

Cinema.

Noche cerrada.
La luna es un candado.
Los sonidos remueven fantasmas.
Salgo a la calle.
Dejando atrás pensamientos, ideas, quizás.
Mientras mis pies avanzan, siento el cosquilleo.
Una vez mas.
Es una religión.
El cine.
Todo empezó con un periódico abierto.
Una elección.
¿Fue el reparto, el argumento o el director?.
¿ O fui yo?
Mis ganas de conectar con el mundo.
A través del arte.
De ser espectador de la vida.
De ti, de mi, de nosotros.
El corazón no para de latir.
Buenas noches.
El revisor corta la entrada.
Adelante.
Mis manos empujan la puerta.
Se abre.
Un puñado de butacas.
Murmullos de palomitas.
Trance.
Estoy en trance y no oigo nada.
Sólo escojo un lugar.
Me siento.
Y de repente se desatan todos los sentidos.
Y vivo otras vidas.
Vuelo con otras alas.
Sueño, a pesar de mí.
Vivo.
Intensamente.
Cada expresión.
Cada dialogo.
Probándome otro corazón.
Sintiendo otros miedos.
Como mios.
Durante dos horas.
Soy yo.
The end.
El final son unas letras de créditos.
La gente sale, habla a bocinazos.
Yo me quedo.
Repasando imágenes.
Caminando entre la música.
Hasta la última palabra.
Ahora si.
Es el fin.
Abandono el barco.
Hasta la próxima aventura.
Salgo a la realidad de la calle.
La noche es una cueva.
Los coches son fósforos encendidos.
En mitad de la oscuridad.
Mientras camino de vuelta a casa.
La magia se disipa.
Poco a poco.
Siguiendo mis pisadas.
Hasta mi portal.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. ay, hoy fui muy distraida y sin querer elimine mi comentario, talvez es una oportunidad para ser menos abstracta y mas concreta.
    jajaja, o solo un modo para que veas que soy muy torpe y distraida.

    no hay mucho que decir, solo que verdaderamente da pena saber que solo cuando estamos sumergidos, es cuando podemos volar.

    creo que por ahi estaba mi comentario perdido, eso tambien es algo de magia y de casualidad.

    espero, que tengas mas momentos de vuelo y menos de sumergido, y que los cines no sean los unicos templos que te alejen de lo cotidiano, del motor de la maquuina diaria.

    yo tambien me sumergo cuando no me alcanzan las plumas, y recurro a cantar un poco, a pegar unos buenos gritos, o realizo un ritual con mi pintura y me olvido de quien soy, me olvido de que existo.

    me gusta remarcar las cosas, y te voy a decir que sigo feliz de tener estos dialogos contigo.

    Un gran beso, que tengas un dia maravilloso, que te sorprendan las hadas en la calle.

    Sabina.

    ResponderEliminar