lunes, 25 de enero de 2010

The Warrior.

Se pone el sol.
Sacándole los colores al bosque.
Se calza las botas, y sus pasos le llevan a la orilla del río.
Allí se lava la cara.
Certificando todas sus batallas.
En el agua retazos de heridas.
De cuerpo y alma.
Nunca participo de ningún estandarte.
Su camino es él.
Su destino es el mundo.
Agarra la espada.
Amando la libertad de su empuñadura.
Siempre sintió fascinación por el filo.
Que le recuerda la cara del mundo.
Que le arroja a los secretos de la vida y la muerte.
El acero es un reflejo de su piel.
Inseparable compañera.
De destino vinculado.
Asirla es amar la vida.
El camino recorrido.
Los horizontes por vislumbrar.
Los arboles le guardan respeto.
Los pájaros cantan para él.
Es el viajero.
El guerrero eterno.
El perfecto asesino.
Veinte pares de razas lo respetan.
No hay otra alternativa.
Si deseas vivir.
Si recorres sus huellas.
Descansando en cada posada.
Quizás alguien te cuente su historia.
Héroe.
Villano.
Hombre.
Porque las historias épicas, se dibujan en torno a él.

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