lunes, 25 de enero de 2010

Underground dream.

Sueño.
Es curiosa mi desconexión.
Mi adiós consentido conmigo mismo.
Todas las tardes.
De regreso a casa.
A las espaldas, un día laboral.
Otro más.
Esperando en el andén.
El metro.
Asomando sus ojos eléctricos al final del túnel.
Llega y abre su vientre.
Nos traga a todos, sin dejarse a nadie fuera.
Ocupo mi lugar.
Desenredo los cascos de mi Mp3.
Hoy elijo a Norah Jones.
Su voz acaricia mi alma.
Aclarando horizontes.
Desempolvando versos.
Ella.
Intento abrir el libro.
Y cuando apenas llevo medio capitulo.
Llega.
El sueño.
Venciéndome.
Tirando de mi con sus dedos invisibles.
Besándome con sus labios eternos.
Apenas ofrezco resistencia.
Y caigo.
Las imágenes se contraen y se expanden.
Lo último que veo es a un chico jugando con su PSP.
Adiós.
Cae el telón.
Hay días en los que sueño huérfano de imágenes.
Y me despierto sobresaltado en mi parada.
Como si sólo hubiese pasado un instante.
Hoy no.
Hoy soñé.
Hoy cerré los ojos abandonándome a las imágenes.
A los mundos paralelos.
A los Dioses distantes.
Hoy soñé con montañas lejanas.
Con un camino.
Una aventura quizás.
Todo empezaba con unos labios.
Que susurraban mi nombre.
Sin más.
Y yo emprendía el camino.
De horizontes hechos de tu cuerpo.
Destino final:
Mis ganas de ti.
Después de mucho caminar.
Te vi jugando con la luna.
Allí.
En el borde de mi sueño.
Tú.
Fin del trayecto.
Una voz metálica anuncia mi parada.
Mis ojos se abren.
Mi alma te cita.
Hasta mañana.
En el mismo lugar.
Y mientras avanzo con la mirada perdida.
Por el andén de tu ausencia.
Hablo en voz alta, evocándote.
A ti y a todas tus imágenes.
Porque mañana te quiero besar.

1 comentario:

  1. hoy soy mas egoista que ayer, y que antes que ayer, hoy solo leo.

    ... que decir, es una buena pieza de arquitectura onirica.

    Un beso inemnso, Eusebio
    Sabina.

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