Fairy.

Fractura.
En algún punto del cielo.
Un corte.
Una hendidura abierta.
Dicen los viejos del lugar que fue un sueño.
De amores imposibles.
De poemas rotos.
Que fue a estrellarse contra la luna.
Pero fallaron las coordenadas.
Ahora solo queda la herida.
La luna no quiere mirar.
Una fractura fue el inicio.
La conexión.
Entre este mundo gris.
Y un mundo extraordinario.
Un mundo de Dragones, Hadas y Unicornios.
Mira al cielo.
Fíjate.
De la herida brota un hada.
No puede respirar.
Y cae del cielo.
De sus ojos rasgados brotan lágrimas.
¿Dónde esta la felicidad?
¿Por qué son tan grises las apariencias?.
De esta gran ciudad.
En un último suspiro, desata las alas.
Planeando a ras del suelo.
Rozando el abrigo de esa chica.
Rojo.
Se vuelve rojo.
Se tiñe de color la soledad.
La calle empieza a respirar vida y color.
Mientras ella se muere.
Apoyado en el escalón, un libro.
Que alguien dejó olvidado.
Como si la literatura fuese una lengua muerta.
Tapas duras, polvo acumulado, paginas amarillas de soledad.
Ese es su último destino.
Con las últimas fuerzas que le quedan.
Se abandona al abrazo de esas páginas.
Un nicho hecho de historias.
De magia.
Comienza a llover.
Son las lágrimas del cielo.
La herida se cierra.
Y la luna suspira.
Por su hermana caída.
En su llanto reafirma todas las distancias.
Entre ella y el mundo.
Un mundo donde los ojos no ven.
Donde la magia sólo reside,
en las paginas de un libro abandonado.