domingo, 20 de diciembre de 2009

The Dark Knight

Es un caballero de la noche, un eterno canalla, el discípulo aventajado de la clase de carpe diem de la facultad de los excesos.
Cabalga a lomos de la noche de viernes a domingo, y sólo ve el sol al amanecer, cuando haciendo gala de su alma de vampiro, se retira a su ataúd por unas horas.
A las 00:00 en punto se calza las botas y sale a escena.
Nunca nadie fue tan buen conversador, amparado por las luces tibias del penúltimo club de esa noche, debate acerca de lo divino y humano con un bartman poeta.
A sus rodillas sentada esta Marilyn Monroe.
Apura su último trago de Jack Daniels mientras agarra por la cintura, a la rubia mas cañón de la historia del cine, y juntos se van camino a la perdición.
Durante media hora el sexo solo será un pretexto, un refugio, un exilio del mundo para dos balas perdidas, para dos suicidas en horas bajas.
Un cigarrillo expira en un cenicero frío, es la señal que indica que hay que pasar página, y coger el último tren.
Besa a la rubia en los labios, transgrediendo la norma no escrita, que proclama que a Magdalena no se la debe besar...pero poco le importa a un crápula lo que dicten las normas sociales.
Al salir tropieza con un adoquín, la farola le salva de caer, y abrazándose a ella con fuerza, nota que algo le falta..quizás sea un trozo de corazón, que la rubia se quedó en esta hora maldita previa al amanecer.
Un rayo de sol le recuerda que es el momento de la retirada, de la renuncia formal a la última parada, y silbando se retira, hipotecando su alma hasta el anochecer..

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