El viento juguetea con tu pelo moreno, elevando cada cabello, el viento acaricia tus labios rojos, se cuela por tu vestido y subraya cada recoveco de tu cuerpo, aportando un nuevo significado a la palabra: hermosura.
El viento y tú, sois hermanos de sangre, vuestra patria común es el mundo entero, sin límites, sin fronteras que valgan la pena.
El viento y tú , sois los nómadas eternos de la tierra.
Vuestros dominios son carne de cañón para los dictadores del pensamiento, que se afanan en conquistaros, en poneros mordazas.
Pero...¿ alguna vez, pudo alguien coger el viento con las manos?, ¿ alguna vez pudo alguien ponerle mordaza a tu hermosura eterna, a tu significado traducido a mil idiomas, a tu cuerpo hecho bandera, y a tu vientre germinando en el pensamiento de cada ser humano?
Permitirme que os presente a mi amigo el viento, y a su hermosa hermana de sangre: Libertad.
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