lunes, 28 de diciembre de 2009

Rabbit.

Planeo por el metro de estación en estación, cruzándome con multitud de caras, multitud de labios, deteniéndome en las historias que cuelgan de los brazos de la gente, asomándome a los secretos que brillan detrás de sus pupilas.
E imagino, y me convierto en prestidigitador de verbos, intuyendo las realidades cotidianas a pie de estación.
A veces me saca de mi tarea una melodía de guitarra, una voz desgarrada, que sobrevive a la realidad a golpe de arte de 5 minutos.
También pueden subyugarme tus labios, o el movimiento de tus caderas al caminar.
Porque sin proponermelo, sin truco ni disfraz, apareces cada mañana, estrenando vestido nuevo, cada día un nombre, cada vez una estación.
Tu vida corre en paralelo a la mía.
Mientras espero el milagro de las carreteras secundarias, del cambio de sentido de las manecillas del reloj, saco este conejo de la manga, es para ti.

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