lunes, 26 de abril de 2010

Desire.

Pegaso irrumpe en el cielo.
La pasión se desborda a cada momento.
Cabalgando por las venas de la noche.
Almacenando sueños.
En frascos pequeños.
Que arroja al suelo.
Estallando en mil pedazos.
De su regazo.

De los sueños rotos.
Se liberaran vapores.
Que se elevaran al cielo.
Con nuevos honores.
Convertidos en estrellas.
Hijas predilectas.
De la blanca luna.
Que las mima.
Que las cuida.
Que las nombra.

Mientras tú, Pegaso.
Nunca miras hacia atrás.
Mientras buscas tu bandera.
Tu último destino.
Tu horizonte preferido.
Tu carne.
Tu sangre.
Tu manantial de deseo.

Y mientras tu figura recorre la noche.
Las hogueras prenden.
Las cinturas hierven.
En una danza de cuerpos.
Fiel reflejo de tus alas de fuego.

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