martes, 6 de abril de 2010

Oltremare.

El cielo es una sucesión de portales.
De sueños de principios y finales.
De farolas en las calles que iluminan.
Las historias por contar.
Es un caballero andante.
Con alegre semblante.
De gigantes de estrellas.
Su armadura.
Entera.
Listo para cabalgar.
Hay tantas razones para reír.
Como nebulosas lejanas para llorar.
Pero son tan pocas las constelaciones.
Que resaltan entre canciones.
Son tan poco los espejos.
Que devuelven reflejos.
Que las flores se encierran.
En prisiones de pétalos.
Negando la luz.
Sufriendo la cruz.
De quien se siente herido.
Por sentir los latidos.
De la tierra sin amo.
De horizontes lejanos.

Suena el piano.
Las notas navegan.
Vuelve la luz.
Abre fronteras...




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