jueves, 22 de abril de 2010

La ola que quiso llegar a la luna.

Un cúmulo de algas y conchas.
Son náufragos de orilla.
Llegaron hasta este lugar.
Con una historia por contar.
Lo hacen de mañana.
Cuando el sol apunta.
Al espacio abierto.
Cuando el mar susurra.
Memorias del viento.
Lo que la noche dejo en el ambiente.
En el alma de la gente.
Que contempló la historia.
De la ola.
Que quiso llegar a la luna.
También se acercan los cangrejos.
Dos estrellas de mar.
Y un reflejo de luna sin disfraz.
Un susurro de estrellas en una caracola.
Es el preámbulo.
Del espectáculo.
Que comienza a relatarse sin mas.

Imaginense a la luna.
Dama blanca.
De siglos inmensa.
Plena de belleza.
Gobernando cielo y mar.
De las profundidades de su reflejo.
Se crea un núcleo.
Un perfil del espejo.

Los peces deambulan alrededor.
Atraídos por el fulgor.
De la naturaleza lunar.
Mezclada con una porción de mar.
Asistiendo al nacimiento.
De una ola.
Que en sus primeros minutos de vida.
Se siente atraída.
Por el mar de arriba.
Por sus puntos brillantes.
Por el amor gigante.
Que le profesa.
Con una sonrisa abierta.
Su madre, la luna.

Siente la calidez de sus rayos.
En forma de abrazos.
Que acunan su alma.
Recién nacida.
Aliento de vida.

Late su corazón.
Como un tambor.
Los peces lo saben.
Las algas lo entienden.
Cada criatura es consciente.
Del espíritu del mar.
Contenido en una ola.
Nacida en esta hora.
En que a las princesas les da por soñar.

La ola sueña.
Con llegar a la luna.
Y bañar su hermosura.
De madre.
De luna.
De amor confinado.
Al exilio de los tejados.

Retumba su corazón.
Acumulando su fuerza.
Sus sueños rebasan.
Sus ilusiones descansan.
Arriba.
Una dirección.
Una intención.
De llegar a lo mas alto.
Del horizonte.

Fue un instante.
De derroche.
En que una ola.
Voló.
Alto.
Voló.
Fuerte.
Pero no fue suficiente.
Derramando en su caída.
Un racimo de sueños.
Que quedaron esparcidos.
Por los rincones mas escondidos.
Del mar.

La luna lloró.
Provocando una lluvia de estrellas.
Un silencio de soles.
En suspenso todos los amores.
Que miraron al cielo.
Buscando consuelo.

Aquella noche.
Una ola.
Se convirtió en leyenda.
Reflejo eterno.
De una lágrima de luna.
De un amor que perdura.
Por siempre jamás.

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