Voices.

Primero fue tu voz.
Tu eco en la distancia, tus palabras que viajaban a través del tiempo, del espacio, tus susurros de ti.
Mi mente trabajando.
Fabricando tus labios, aventurando cómo sería tu sonrisa, tu pelo suelto, tu vida.
Sigue hablando, por favor.
Que quiero rescatarte de mi olvido, que todo lo puede, que todo lo arrastra, que me lleva a mi.
No quiero irme, no, mientras quede una palabra en pie.
Me haces falta.
Te necesito.
Pero no te lo digo, porque no quiero alejarte, y juego esta especie de ruleta rusa de intercambio.
Esperando los vientos de cambio, mirando cada veleta, esperándote en cada estación de metro y de vida.
Mis 31 años te nombran, y mi esperanza de ti se agarra a tu voz.
Quizás mañana rompa tus barreras, desnudas ya las mías y te diga algo... mas allá de las palabras.