sábado, 29 de mayo de 2010

Shadow.

Hay una duda en el cielo.
Será un reflejo de tu mirada.
La mañana se propaga.
Entre rayos de soles.
Y pájaros cantores.


Tu contemplas tras la ventana.
Después de saludar a la mañana.
Mientras das la espalda.
A la sombra que se quedó en tu cama.


Una sombra que no se arruga.
Que es eterna.
Desde tu infancia.
Limitando tu presencia.


En tus ojos se aposenta.
Cuando al cielo le da por negar estrellas.
Y llueven puñales de ausencia.


Se alimenta de tus sueños sin resolver.
De tu labio sin piel.
De los fantasmas de tu cuna.
De la ausencia de tu locura.
De los diques de tus mares.
De los coágulos de sangre.
Del acero de tu pecho.
De tu triste figura.

Giras el cuello.
Y enfocando el suelo.
Gritas:


"Bestia amorfa.
De ojos vacíos.
Te condeno al rincón.
Del olvido.
Al frío de la nada.
Te exilio a la muerte blanca.
Te apunto con cien miradas.
Y te niego al alba.

Asediándote con el brillo de mi mirada.
Disparándote el alma de mis ojos.
Mientras mi corazón.
Se ríe de tus despojos.


Volverás en mis horas bajas.
Inundando las aceras.
Pero yo sé que no.
Que no valdrán tus condenas.
Porque volaré lejos de tus rutinas.
Omitiendo tu frecuencia.
Sin perder la esencia."

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