viernes, 19 de febrero de 2010

Yo soy mi gobierno.

Mis manos.

Yo gobierno mis manos.
Con ellas puedo.
Escribir.
Dibujar.
Acariciar.
Sonreír.
Desatar.
Melodías de esta guitarra.
Que tiene cuerpo.
De mujer.

Mis ojos.

Yo gobierno mis ojos.
También mi mirada.
Con ella puedo.
Fijar horizontes.
Amarrar los sueños.
Asomarme a los espejos.
Descender por tu cuerpo.
Amarte en secreto.
Mientras no miras.
Aquí.

Mi corazón.

Yo gobierno mi corazón.
Yo convoco sus latidos.
Que son tambores de mi.
Dando nombre a los silencios.
De tus labios.
De ti.

Deseo.

Yo gobierno mi deseo.
Mis llagas abiertas.
Sin sales recubiertas.
Son metáforas de tu imagen.
Delirios de tu templo.
Desnudo.
Incendios de madrugada.
Ríos de sangre sobre la cama.
Tu olor desembocando en mi almohada.
Mi boca recorriéndote a ti.

Futuro.

Yo gobierno mi futuro.
Mi destino construido.
Desde aquí.
Lo gobierno a golpe de mi.
Soy tan libre como el viento.
Lo que no abarco lo invento.
Y me dejo la carne para sobrevivir.
A este mundo gris.


Yo soy mi gobierno.
De mi.

Pero no te acepto a ti.
No acepto tus historias.
No me detengo en las memorias.
No doy crédito a tu estirpe.
Político.
No significas nada para mi.
Te ignoro desde aquí.
Desde el desencanto de ahora.
De siempre.
Viendo como un país se desmorona.
Y empleáis vuestras fuerzas.
En dividir.
En agredir.
A la otra parte.
No me presto a la guerra.
De vuestras banderas.

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