Las esferas.
Son lo contrario que las cadenas.
No atan.
No duelen.
No matan.
Las esferas cantan.
Bailan.
Sueñan.
Las esferas son continentes.
Tan grandes.
Que caben.
En tu mano abierta.
Que es la puerta.
Que las libera.
Desde tu mundo.
A mi mundo.
Que es el mismo.
Sin abismos.
Sin desiertos.
Porque las esferas.
Cantan.
Vuelan.
Parando el tiempo.
Hasta llegar a mi cuerpo.
Yo las albergo.
Yo las detengo.
Y pinto colores.
De sus sabores.
Nuevos poemas nacen.
Esta mañana.
Desde las sabanas.
Son esferas.
Que brotan.
De mis fronteras.
Y mando de vuelta.
A tus caderas.
Yo tengo una caja pequeña de esferas pequeñas. Todas brillan y fluyen y crecen y emiten sonidos dulces, casi del dulce de leche que me envía Sabina a veces. Las mías caben entre los dedos, entre los huecos minúsculos de tus letras, y te mandan besos y abrazos desde la costa mediterránea.
ResponderEliminarTus esferas llegan.
ResponderEliminarTus esferas sueñan.
Tus esferas hablan de ti.
De tu mundo abierto.
De letras cubierto.
Letras de arte.
Tus esferas.
Un besote GRANDE de vuelta, Carmen.