sábado, 13 de marzo de 2010

Fairy's rescue.

Creía que se fracturaba el cielo.
Que las estrellas caían.
Que la luna rompía.
Contra el mar.
Era un apocalipsis adelantado.
Cuando mis ojos cansados.
No querían mirar.
Primero cerré mis puertas.
Saliendo hacia fuera.
Y corrí lejos, muy lejos de mí.
Borrando los paisajes de mis ojos.
Maldiciendo mis despojos.
Y olvidando el tiempo.
Sin mas argumento.
Que olvidarme de mi.
Quería llegar hasta el abismo.
De mi mismo.
Y arrojarme a la caída.
De la noche sin vida.
Después de mucho correr.
Después de mucho remover.
Mis adentros.
Caí en la certeza.
De que mis pasos no habían avanzado.
Comprobé con tristeza.
Que seguía parado.
En el punto de partida.
De mi.
Mis ojos aceptaron el destino.
Del cielo caído.
Y desnudo del mundo.
Me adentre profundo.
A los mares de dudas.
Que albergaban la fractura.
Del cielo y de mi.
Cuando las olas empezaban a tragar mis tobillos.
Descubrí divertido, a las algas jugar como chiquillos.
El viento llegaba.
Propagando tu nombre.
Tu aroma de limones.
Eras un cúmulo de luz.
Tirando de mis talones.
Unos cabellos de fuego.
Un pecho abierto.
Unos ojos despiertos.
Un rumor de viento.
Que eran tus labios abiertos.
Pronunciando mi nombre.
Y devolviendo el norte.
A mi desorden.
Eras tú.
El hada del cuento.
Que dejo su huerto.
Para llegar hasta mi.
Desde ti.
A través de mis sueños.
Que son los tuyos.
Aquí.

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