sábado, 6 de marzo de 2010

Return to my life( with me).

Hoy amaneció pronto.
Y entiendo por amanecer.
El breve descorche de mis pupilas.
Mi primer pensamiento.
O la primera historia que se me ocurre.
Para posibles poemas que nunca escribo.
Pero como iba diciendo.
Amaneció pronto.
Y yo utilicé esa ventaja.
Para recortar la distancia.
A los relojes de mi.
Mientras me duchaba.
Seguía pensando en el mundo.
( Sin darme cuenta que bajo el agua, se iba germinando esto que ahora escribo).
No me pidan que les dé una explicación.
Porque ni yo mismo la tengo.
Pero elegí lo primero que vi en el armario.
Y me arrojé a la calle.
Sin bufanda.
En volandas de una idea abstracta.
Atrás quedó mi cuarto.
De estanterías, de libros adornado.
De cómics, dvds y cuadros.
De un pasado.
Así lo dejé mientras vivía.
Esta otra vida.
Mi vida sin mi.
Una parada de metro.
Una dirección.
Y siempre que pienso en un sitio de Madrid.
Mi fantasma me lleva a la Gran Vía.
Y desemboqué en esas calles.
Tan familiares.
Para mi.
Paseando mis dudas.
Mi dudosa cordura.
Entre los rostros de la gente.
Casi por inercia.
Entré en una gran superficie de libros, dvds, música y arte.
Y me perdí entre los estantes.
Y poco a poco.
Volví a la vida de mi.
Llevaba mas de un año sin comprar un libro.
Y hoy fueron dos.
La explicación.
No la sé.
Creo que me curé.
Y mis heridas saludan.
A mi nueva vida de mi.
Perdonen la confusión.
Yo les explico.
Hace un año.
Mi vida naufragaba.
Un amor se acababa.
Yo intentaba llenar los huecos.
Parar el desborde.
Con libros y cómics.
Que eran sustitutos.
Del vacío de mi.
Dejé de disfrutar.
Sólo acumulaba.
Historias de papel.
Y un alma que perder.
Y perdí.
Y me convertí en otro.
Mis estanterías acumularon polvo de naufragio.
Y entre las paginas se oían los lamentos de las palabras.
Encerradas.
Jamás las liberé.
Comencé a escribir.
Otra vez.
Nunca dejé de hacerlo.
Pero comencé a abrirme al mundo.
Desde mi.
La biblioteca fue mi segunda casa.
Murakami, Paul Auster, Benedetti, Cortazar, Roberto Bolaño...
Y muchos mas.
Que me acercaban a mi.
Poco a poco el enfermo se fue recuperando.
Hasta que hoy, me dieron el alta.
Y para celebrarlo.
Compré un cómic y un libro.
( Pluto, de Naoki Urasawa, y el Fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, de Haruki Murakami).
Hoy regresé a mi vida.
De mi.

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