Eres madre de poemas.
Eres de la belleza emblema.
Por eso cada noche.
La luna hace derroche.
De rayos.
Que van a parar a tu ropa.
Que se empapa.
Que rebosa.
Y brota.
Tu rosa.
Florecen los pétalos.
Un poema.
Una canción.
De tu corazón.
Una pintura.
Que es tu hermosura.
Reflejada.
Quizás por eso no puedas dormir.
De tanto sentir.
El abrazo de luna.
Por eso yo llamo al sol.
Desde este rincón.
Que venga.
Que se lleve a la luna.
Que descanse en su cuna.
Y tu también.
Duermete hada.
Hasta mañana.
"El hada insomniada"
ResponderEliminarInsomniada si, palabra nueva y mágica.
Se dice así: a una señorita que habita en Buenos Aires, que no puede conciliar.
Sus sueños con la almohada.
Pero….
Ya sé por que es.
Al hada le gusta soñar despierta.
Y traer todas las imágenes que tendría en el sueño
A su noche, a su día.
Es un hada inquieta.
La luna también es inquieta, y es la mejor amiga de hada.
Pero la luna no necesita dormir.
Pobre hada, bosteza y de los bostezos le cambia el color a las hojas de las plantas.
Y justo cuando estaba por dormir.
Se le ocurre escribir algo sobre plantas mágicas.
Por suerte, siempre hay un mago.
O medio mago.
O medio chiflado.
Las hadas aguantas a los magos…
Porque son de la misma naturaleza
De los mismos colores y perfumes
Y aunque les pongan nombres graciosos
Y les hagan travesuras.
Lo hacen con cariño.
Por eso los magos
(Que si duermen, porque son magos perezosos)
Mandan a dormir a las hadas.
Les prestan de los sueños de sus almohadas
Para que ellas cierren los ojos.
Y se acurruquen en sueños amarillos.
De teclas de pianos
Que desprenden melodías que arrullan y acunan.
Las hadas, probaran estas recetas de los magos
(Casi magos)
Y seguramente de esos sueños.
Nacerán muchas mas historias de magia.
De duendes, traviesos que le roban besos a las flores del ciruelo.
De libélulas, que se enamoran de los rayos del sol
A las 9:10 de la mañana.
Y de hadas, que no detienen
De enviar esferas de caramelo a los casi magos transoceánicos
Que la mandan a dormir temprano.